viernes, 28 de julio de 2017

Strong Buy


Sobre los precios objetivo y los que los calculan:

Este post viene inspirado al leer en los diferentes foros de inversión que en el debate entre lectores como razón de peso para la compra o venta de una acción, el argumento de que el “analista Menganito del prestigioso banco de Inversión Merry Lorgan tiene un precio objetivo sobre la acción de Z”.

Vaya por delante decir que he conocido a muchos analistas, y como en todas las profesiones, los hay buenos, mediocres y algunos realmente excelentes. Los analistas de los bancos de inversión son un muy buen apoyo en el trabajo de un gestor de carteras, en especial cuando se trata de conocer a una empresa, su industria, y demás características clave que se necesitan para valorarla.

Dicho lo anterior, he visto que cuando, como inversor, se está estudiando entrar o no en alguna compañía (o venderla si se tiene en cartera), hay muchos que se fijan en la recomendación y en los precios objetivo que le otorgan los analistas de los principales bancos de inversión. Esta es una práctica errónea ya que la recomendación o el precio objetivo que le da un analista a una acción tiene poco que ver con lo que realmente piensa es el probable desempeño que va tener alguna compañía. Esto es así porque un analista de un banco de inversión NO ES REMUNERADO por acertar el desempeño de una acción y mucho menos por que el precio objetivo se acerque o no al precio al que una acción llegue a cotizar en x tiempo.

Una gran gestora genera una gran cantidad de millones de Dólares-Euros en comisiones al comprar y vender acciones, y estas se dividen en dos: las comisiones por compra/venta de acciones y lo que se conocen como los “Soft Dollars”. Los Soft Dollars es una cantidad, incluida en la comisión de compra/venta, pero que es adjudicada de forma discrecional por la gestora a los diferentes bancos de inversión. Esto se hace así porque se supone que este dinero es el que paga todo el trabajo de investigación y apoyo que dan los analistas a los gestores de una gestora. Pues bien, como se imaginarán, cada gestora usa sus criterios para repartir este dinero entre los bancos de inversión, y les aseguro que no encontrarán ninguna que lo reparta usando “el precio objetivo” como criterio para hacer este reparto.

En mi caso, cuando trabajaba para una grande, lo que hacía era “dar puntos” a cada banco de inversión por lo que yo consideraba era una ayuda a mi trabajo y ese dinero lo asignaba según los puntos que cada uno había sacado. Por ejemplo: de las cosas que más valoraba era que me consiguieran una entrevista con el equipo gestor (CFO, CEO) de una compañía que me interesase. Otros puntos los asignaba si tenían un modelo en Excel de una compañía que me interesaba, si me daban alguna buena idea de inversión, etc, etc. Yo trataba de ser lo más objetivo posible, pero en esto el grado de subjetividad es alto, y les aseguro que el “tener una buena relación” con el banco X era razón suficiente para asignarle un mínimo a ese banco.

Como pueden ver, el precio objetivo, o la recomendación de comprar, mantener, o vender no salen por ningún lado en este proceso, y es por eso, entre otras razones, que el valor que uno le debe asignar a estas cosas es el justo (en mi caso, ninguno).

 Otra de las razones para que los analistas tienen una recomendación “sesgada” es que reciben dinero de las compañías a las que analizan. Cuando una compañía va a emitir acciones o bonos, un banco de inversión se lleva una buena tajada de la colocación de estos papeles. No es buena estrategia poner una recomendación de “vender” cuando quieres que se coloquen acciones o bonos de una compañía que es cliente o potencial cliente.

 Podría extenderme, pero creo que la base de lo que quiero transmitir ya lo he plasmado. La labor de un Analista es muy valiosa, pero no para decir “el precio objetivo de la acción X es Z”, eso lo tienes que decidir tú como inversor y las herramientas para decidirlo son muchas, y una muy valiosa es toda la información que te pueda dar un analista. Pero a la hora de comprar o vender, es el inversor, y más nadie, el que debe decidir cuál es su precio objetivo.
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